Tradicionalmente,
el 25 de diciembre de cada año celebramos el nacimiento del Mesías, aquel que
el profeta Isaías 700
a.C., Dios se lo reveló. “Por
tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel" (Isaías 7:14). “Porque un
niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz” (Isaías 9:6).
En
el Nuevo Testamento encontramos todo lo relacionado al nacimiento de Jesús, sus
primeros años, el ministerio y el final de su vida como hombre y una etapa que
solo lo hizo Jesús como fue la
resurrección. En esta parte, haré énfasis en los primeros días de su vida.
1) Nacimiento del Mesías. "Pero no la conoció
hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS" (Mateo
1:25).
2)
La visita de los pastores la misma noche
de su nacimiento. “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban
las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel
del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran
temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran
gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis
al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre” (Lucas 8-12).
3)
La circuncisión de Jesús al octavo día. “Cumplidos los ocho días para
circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto
por el ángel antes que fuese concebido” (Lucas 2:21).
4)
La presentación de Jesús en el templo a los cuarenta días. “Y cuando se
cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés (Levítico
12), le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor” (Lucas 2:22).
5)
La visita de los magos de oriente. La Biblia no se refiere a tres magos sino a
unos magos. “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron
del oriente a Jerusalén unos magos”. (Mateo 2:1). Por ende, no se sabe
cuántos fueron ni cuáles son sus respectivos nombres.
6)
El viaje a Egipto. “Después que partieron ellos (los magos), he aquí un ángel
del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su
madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque
acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo” (Mateo 2:13).
7)
El regreso a Israel. “Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del
Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y
a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la
muerte del niño” (Mateo 2:19-20).
Al verificar en las Escrituras los primeros pasos de Jesús en este mundo, con el tiempo diferentes grupos tomaron la misma fecha para celebrar el nacimiento del Mesías. Las primeras iglesias en festejar el 25 de diciembre son: la
iglesia Católica Apostólica y Romana, la
iglesia Ortodoxa Griega y las iglesias evangélicas. Su
raíz la encontramos en el siglo II, cuando un hombre llamado (San) Telésforo,
fue el que estableció las solemnes fiestas de la "Natividad" que al
principio eran movibles. Pero fue el Papa Julio I (337-352 d.C.); quien declaró la festividad como
fecha definitiva la noche del 24 al 25 de diciembre. Como podemos
observar, la fecha fue impuesta por un hombre, la Biblia no hace mención a
ninguna fecha sobre el nacimiento del Mesías. En conclusión, lo que hacemos
hasta la presente es por tradición.
Por otra parte, encontramos que la iglesia Ortodoxa Armenia celebra la festividad cada
6 de enero porque mantiene una tradición que viene de los siglos I y II, donde
la Navidad y Reyes eran una sola. La iglesia Ortodoxa Rusa lo festeja el
7 de enero, y los fieles del Patriarcado Armenio de Jerusalén, festejan la
Navidad el 19 de enero.
Lo
resaltante a destacar no es cuándo fue la fecha exacta del nacimiento del Salvador,
ni debatir posibles fechas, lo relevante es estar claros quien es el que nos conduce por el verdadero camino. Jesús
pagó un precio muy elevado por cada vida. Más que una costumbre cultural, lo importante
es que cada uno de nosotros tenga con Dios una verdadera relación. Sólo a Él, le rendimos
Honor y Gloria. Por encima de cualquier festividad tradicional, celebramos a Emanuel (Dios con nosotros).
Mil
bendiciones y Dios les cuide grandemente en este tiempo.