Poco
antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo,
es decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano. En ese
tiempo, Quirinio era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este
primer censo en la región de Palestina. Todos tenían que ir al pueblo de donde
era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista. José
pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén
para que lo anotaran, porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David.
Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada (Lucas 2:1-5).
José y María,
se trasladaron desde Galilea a Judea específicamente a la ciudad de Belén.
Esta pareja tuvo que trasladarse en un pequeño burro como medio de transporte; como todos sabemos, en aquellos tiempos no existían coches de lujo,
ambulancias, aviones, hoteles confortables, resorts, ni pensar en hospitales
con maternidad incluida.
Estando
en Belén, no consiguieron un cuarto para hospedarse, voy a inferir que hubo un
movimiento de personas, a fin de cumplir con el censo y por esta razón todas
las habitaciones estaban ocupadas. La pareja, no tuv0 más opciones sino aceptar pasar la noche específicamente en el lugar de la casa donde se cuidan
los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un
pesebre. Entiéndase por pesebre como el cajón donde se le daba de comer a los
animales. De esta manera había nacido al que
conocemos como Jesús, el Salvador, el Hijo de Dios. El plan se había y seguirá
cumpliéndose a la perfección.
Posiblemente Usted, haya nacido en un lugar
con mejores comodidades a las que tuvo Jesús, eso no lo hizo menos y a nosotros más que a Él. Simplemente
había nacido con un propósito que aún sigue vigente. ¿Sabes cuál es el
propósito de tu vida en este mundo?. Para los que seguimos la fe cristiana, sabemos en quien debemos confiar; aquellos que no lo conocen, aún están a
tiempo.
Dios les bendiga
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