miércoles, 21 de enero de 2015

PON EL ORGULLO ATRÁS Y EL PERDÓN ADELANTE

El ser humano que no tenga la oportunidad de pasar por situaciones difíciles, no podrá aprender a superar un escalón más en la vida. Existen personas que envejecen y nunca maduran ¿cuál es la razón? Sencillamente, el orgullo no les permite doblar rodillas ni mucho menos pedir perdón a sus semejantes (familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, estudios, otros). 

En pleno modernismo, la sociedad se ha vuelto egocéntrica. En un tiempo, transité ese camino y reconozco que no vale la pena. No trae ningún beneficio. Sin darnos cuenta la vanidad nos arropa y caemos en el error ¿Cuánto tienes, cuánto vales?, ricos por fuera, pobres por dentro. Así va el mundo, sacrificándose a cambio de nada porque nada nos llevamos (tangible). 

Al final del camino personal, Dios pedirá cuentas a cada uno. El tribunal nos espera. "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo"  (2 Corintios 5:10)

Así que la las cuentas bancarias se quedarán en el mundo, nada nos podemos llevar, ni siquiera lo que más hemos cuidado durante años. Los que queden temporalmente, dirán: todo se acabó. Solo un pequeño guión resumirá lo que Dios nos permitió vivir. El guión de la vida quedará resumido en medio de la fecha de nacimiento y de partida. (1940 - 2010).

Mis queridos lectores, todavía estamos a tiempo de rectificar, meditar en lo profundo. Comencemos hacer la cosas diferentes. Colocar el orgullo atrás y el perdón adelante; es una buena manera para comenzar el cambio. Las puertas se abrirán y comenzarás a volar como un águila.

El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán
Mateo 24:35

Dios les bendiga

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