jueves, 16 de octubre de 2014

LA FE VIENE POR EL OIR

Seguramente cada uno de nosotros alguna vez, hemos escuchado bien sea de un familiar, amigo o simplemente de alguien que no volvimos  a ver,  una frase que nos impactó la vida de manera positiva.

En lo particular, recuerdo un consejo de un profesor que nos dijo lo siguiente en un aula de clases: "jóvenes, prepárense; porque la juventud con el tiempo pasa y el conocimiento queda". Yo lo he repetido cuando se me ha presentado la oportunidad en conversaciones con otros jóvenes en diferentes escenarios. Yo estuve atento en mi momento para retener ese mensaje y otros también lo hicieron. Esa frase nos dio confianza y esperanza de seguir adelante con nuestros estudios.

Con el tiempo me encontré con lo siguiente: "así que, la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). Después apareció otra porción de la Palabra de Dios que me  permitió afinar más el oído y poder filtrar mensajes que me han ayudado a crecer: "Examinadlo todo; retened lo bueno y desechad lo malo" (1 Tesalonicenses 5:21). Sin saberlo en mi época estudiantil, yo estaba practicando este principio gracias a las personas que estuvieron de manera oportuna en mi formación académica.

Dios nos habla de diferentes formas, usa a otras personas para darnos un mensaje (consejo) o prevenirnos de algo que no está bien (exhortación). Si leemos Su Palabra, él nos enseña a través de Sus mandamientos y; en momentos especiales, nos dice las cosas audiblemente.

En tiempos antiguos, hubo hombres que obedecieron a Dios de manera extraordinaria que lograron hacer cosas que en nuestros días, todavía hay personas que cuestionan estos acontecimientos ocurridos. No había Tv, radio, computadoras, Biblias, pero tenían claro donde colocaron la mirada. Ellos actuaron por convicción de manera fiel de acuerdo a la misión encomendada.  En el libro de Hebreos 11:1-2 nos dice lo siguiente: "Es,  pues,  la fe la certeza de lo que se espera,  la convicción de lo que no se ve. Por ella alcanzaron buen testimonio nuestros antepasados". Si Usted quiere conocer como ellos actuaron por fe, les invito a leer todo el Capítulo 11 de este libro.

Debemos animarnos unos a otros y revisar que está alimentando nuestras vidas. Nunca es tarde para hacer mantenimiento interior.  Dios siempre está disponible para escucharnos, pero también debemos escucharlo; ¿Cómo?, leyendo y practicando Su Palabra.

Dios les bendiga 

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