sábado, 20 de diciembre de 2014

SABER ESPERAR

Tenemos un gran problema en estos tiempos, el cual avanza a un ritmo tan acelerado que finalmente queremos que las cosas ocurran  en un instante, les ha pasado? Yo lo he vivido; y por ende, tenemos una sociedad de impacientes desarrollándose cada día más y más.

Por el contrario, encontramos personas pacientes que hasta uno pudiera preguntarles: ¿cómo han adquirido esa forma de ser? y te pueden dar una simple respuesta: después de haber sufrido tanto por x situación, comprendí que la vida hay que llevarla en su tiempo.

La persona paciente es capaz de esperar pacíficamente y con serenidad cualquier cosa o situación, aún aquellas que desean con más fervor, y es la que puede ser tolerante frente a los cambios o circunstancias desfavorables sin permitir que su estado de ánimo se perturbe. Parece algo muy difícil de hacer, pero con entrenamiento se logra. Las mejores cosas de la vida demandan mucha paciencia. Queremos que las cosas ocurran ahora mismo, no el futuro lejano.

Cuando el ser humano pierde la esperanza, es porque ha perdido la paciencia. Cuando pierde la paciencia es porque se ha salido del camino de la tolerancia y busca tomar atajos para recuperar o avanzar el tiempo perdido. Por lo general tarde o temprano, los resultados no son los más esperados. Para ello hay que moldear el carácter para decidir correctamente, sabemos que Dios no es un dios de atajos, esperar en Su tiempo es lo mejor que podemos hacer.

Las Escrituras, nos enseña acerca de la paciencia y como nos consuela en tiempos de dificultad. Fue escrita en tiempos antiguos para enseñarnos en el día de hoy. Para citarles un ejemplo tenemos el caso de Moisés y Job respectivamente. Moisés paso por la escuela de la paciencia durante 40 años antes de ser usado por Dios. Por su parte Job, fue un hombre que sufrió mucho, finalmente su familia fue restaurada al igual que sus posesiones. Ambos pudieron desarrollar la paciencia en tiempos de dificultad. ¿Cuál fue la clave?: esperaron en Dios.

Pablo nos lo hace saber de la siguiente manera: "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza". Romanos 15-4 RV 1960.

Dios les bendiga 

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