Por muchos años hemos observado la
celebración del día de los inocentes como un día de broma. Las mismas ocurren de todos los niveles para celebrar el 28 de diciembre. No sé de donde viene la variedad de
juegos para hacer caer a las personas como inocente.
Cuando tomamos conciencia de lo que
significa este día, las risas y las bromas deberían desaparecer de nuestras vidas. Lo que ocurrió en aquella época no fue un juego. Los niños menores de dos
(2) años fueron asesinados por orden del rey Herodes, porque sabía que la profecía
se había cumplido y el Mesías había nacido, es decir, el verdadero rey. Jesús
fue salvo porque sus padres huyeron a Egipto hasta que Dios les ordenara regresar
de nuevo a Israel. Todos los contemporáneos de Jesús fueron víctimas de la
orden de Herodes. Ese hecho no fue ninguna broma, por lo tanto, hoy se debe
conmemorar la muerte de aquellos infantes, los primeros mártires por la vida de Jesucristo.
En el libro de Mateo encontramos el acontecimiento, aquí les dejo un extracto de lo que dice la Palabra de Dios:
Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos
diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; (Mat 2:7-8) y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y
averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber,
para que yo también vaya y le adore. Pero siendo avisados por revelación en
sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. (Mat
2:12)…. Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho,
y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en
todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. (Mat
2:16)
Nunca
es tarde para tomar conciencia de lo que significa este día. Si no lo sabías, ahora
tienes el conocimiento de lo que Dios ha hecho por ti. Hoy tenemos la
oportunidad de ser salvos por medio de Jesús. Esta es la gran promesa que
tenemos vigente. Herodes no pudo lograr su objetivo principal, acabar con la
vida de Jesús. Un día Herodes murió, pero Jesús sigue vivo. Los planes de Dios
son perfectos y ninguna persona tiene el poder para desviarlos.
Jesús
nos da su palabra para que cada uno se apropie de ella y lo crea en su corazón:
Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie
viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)
Dios
los bendiga