Dios nos habla de diferentes formas y muchas veces no prestamos atención a su señales, porque estamos entretenidos en los afanes de la vida.
En la Palabra de Dios, encontramos las promesas del Señor y también encontramos Sus señales. Un ejemplo de ello son los "fenómenos naturales” que ocurren con frecuencia y muchas personas no se enteran. Por ejemplo, en el 2014 ocurrieron dos eclipses lunares, también conocido como las lunas de sangre y el próximo 04 de abril y 28 de septiembre respectivamente de 2015, tendremos de nuevo estos eventos “naturales”; además del eclipse de sol el 20 de marzo de 2015. Esta información la pueden verificar en internet.
En la Biblia, encontramos que ochocientos años antes de Cristo el profeta Joel 2:31 expresó lo siguiente: "El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre". El Apóstol Pedro lo reafirmó en su primer discurso después de Cristo. En el libro de Hechos 2:20 lo pueden verificar. ¿Cómo explicar sus profecías en referencia a lo que está ocurriendo en pleno siglo XXI?, la respuesta es sencilla: es el Plan de Dios. Ambos pasajes se refieren al Día del Señor.
La verdadera esperanza para la humanidad es ofrecida
al que quiera creerlo. Así lo ha dicho Jesús: "El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mateo 24:35), por tanto "Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi"
(Juan 14:6).
Dios les bendiga
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