Parece curioso los tiempos que vivimos, seguramente nos podemos preguntar el porqué de los hechos; y la Palabra de Dios tiene las respuesta a todo lo que experimentamos día a día, simplemente porque se cumple lo que está escrito.
Después que el pueblo judío estuvo en el exilio, producto en que Dios permitiera a Nabucodonosor invadir a Judá por la desobediencia de Su pueblo, el remanente regresa muy contento a su casa (nación) después de 70 años en Babilonia.
Después que el pueblo judío estuvo en el exilio, producto en que Dios permitiera a Nabucodonosor invadir a Judá por la desobediencia de Su pueblo, el remanente regresa muy contento a su casa (nación) después de 70 años en Babilonia.
El pueblo de Israel estaba muy animado a su regreso, es una conducta típica de toda persona que sueña con llegar a su lugar añorado. El pueblo tenía la misión de reconstruir el templo destruido por Nabucodonosor, pero a medida que iba pasando el tiempo, el mismo se fue olvidando de lo que Dios les había pedido; y sin darse cuenta, se volvieron individualistas durante esos primeros 15 años a su regreso. Dios llamó al profeta Hageo para que le hablara a Su pueblo, y le obedecieran a Su mandato. En vista que no entraban por el carril, hizo unos cambios al cual el hombre no tiene la capacidad de controlar.
A continuación les dejo un extracto del libro de Hageo:
¿Es para ustedes tiempo, para ustedes, de habitar en vuestras casas bonitas y esta casa (la de Dios) está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis; y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto... Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo le disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de ustedes corre a su propia casa. Por eso se detuvo de los cielos sobre ustedes la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos... Y oyó el Zorobabel (gobernador de Judá), Josué (sumo sacerdote), y todo el resto del pueblo, la voz de Dios, y temió el pueblo delante de Jehová.... Y despertó Jehová el espíritu del gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo, y vinieron y trabajaron en la casa de Dios... El Señor le pregunta a Zorobabel: ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta casa en su antiguo resplandor? ¿Qué les parece ahora? ¿No la ven como muy poca cosa? Pues ahora ánimo Zorobabel!... ánimo Josué... ánimo pueblo de esta tierra... Manos a las obra, yo estoy con ustedes, afirma el Señor Todopoderoso.
A pesar de cada caso que vemos en la Palabra de Dios, existen personas que ponen en duda lo que ha vivido la humanidad; y aún así, creen tener dominio del mundo, cuando es Dios quien tiene dominio sobre todas las cosas. Una muestra de ello, es la advertencia que encontramos en las propias palabras de Jesús:
Así mismo sucede con ustedes:
Pues aun los cabellos de su cabeza están todos contados, No tengan miedo,
Pues aun los cabellos de su cabeza están todos contados, No tengan miedo,
ustedes valen más que muchos pajarillos.
Les aseguro que a cualquiera que me reconozca delante de la gente,
Les aseguro que a cualquiera que me reconozca delante de la gente,
también el Hijo del Hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios;
mas el que me negare delante de la gente, será negado delante de los ángeles de Dios.
Lucas 12:7-9
Finalmente, el pueblo obedeció y Dios les acompañó en su camino, a través de las promesas de Dios a Zorobael. (Hageo 2:20-23).
Relexión: Cuando el pueblo anda en sus propias andanzas sin temor a Dios, le viene la sequía y sus respectivas consecuencias.
Relexión: Cuando el pueblo anda en sus propias andanzas sin temor a Dios, le viene la sequía y sus respectivas consecuencias.
Dios les bendiga
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