Por lo general, se habla de los burros en términos despectivos. Tal vez hayas oído la expresión: "Siempre trabajo como un burro" o "tú si eres burro".Estos dichos pasan por alto las contribuciones de un animal verdaderamente valioso. Los burros han servido a la raza humana durante miles de años. En una época, se les consideraba símbolos de humildad, de amabilidad y de paz.
En los tiempos bíblicos, se estimaba que los burros que nunca habían sido montados eran especialmente adecuados para fines religiosos. Por esta razón, fue sumamente apropiado que Jesús haya enviado a buscar un pollino "burro" (Mateo 21:5), para que cumpliera la tarea real de llevarlo al interior de Jerusalén. Que envidiable fue la misión de ese burro, llevar al Señor Jesús a Jerusalén. Esta misión no se compara cuando uno lleva a una estrella o un personaje "importante" a un lugar en automóvil de lujo.
Hay una misionera en China que se autodenomina "la burra del Señor". Es una creyente humilde, que "lleva" fielmente a su Señor de una ciudad a otra y enseña a los demás a hacer lo mismo.
En los tiempos actuales, en pleno siglo XXI, Dios necesita muchos "burros" de esa clase en el mundo; creyentes humildes que lleven a Jesús a la Jerusalén donde ellos viven y lo den a conocer. Será que en un lugar específico, hace falta personas con estas características: humildes, amables y que sepan lo que significa la verdadera paz?; porque con odio ofendemos al burro y por lo tanto, debe tratarse con respeto.
Necesitamos ser liberados de las ataduras si deseamos hacer las cosas como Dios manda. El precio ha sido pagado por un hombre que aún vive. ¿Estás dispuesto a desatar el burro para que Jesús pueda usarlo?. Si te llaman burro(a), recuerda que es un honor para ti, porque tienes el privilegio de cargar a Jesús de manera genuina en tu corazón.
Parafraseando a mi Hno C. Monasterio.
Dios les bendiga.