En
primer lugar; consideramos que es necesario e importante replantearse una
reingeniería de la familia como medio de socialización y columna principal de
la civilización. Para llegar a una restructuración positiva, hay que pararse y
hacer una revisión de nuestra propia familia, de donde venimos, nuestros
valores y sobre todo; cual es nuestro proyecto de vida.
En
segundo lugar, no podemos dejar por alto la sociedad propiamente dicha. Espacio
donde interactuamos los diferentes grupos de familias estructuradas y no
estructuradas (en crisis); de la cual, encontramos un sin números de problemas:
familias disfuncionales, violencia, entre otros aspectos.
La
necesidad de una transformación de la sociedad es el papel fundamental del
Estado, lamentablemente, pareciera que esas iniciativas tuviesen poco impacto
en la misma sociedad. Poner en marcha una nueva escala de valores que nos ayude
a consolidar las familias, es una tarea digna de ejecutar bajo los parámetros
de la ética y principios fundamentales que permitan dejar un legado para
nuestras futuras generaciones.
Desde
este espacio, les invitamos a sumarse e involucrase a través de sus opiniones
para que juntos tengamos un importante aprendizaje.
Recuerden:
nada cambia, si tú no cambias. Todo cambia, si yo cambio.