En una ocasión un importante periódico de reconocida
trayectoria dedicado a las finanzas, describió al dinero como: “un objeto que
puede ser usado como pasaporte universal a cualquier parte excepto al Cielo, y
como un proveedor universal de todas las cosas, excepto la felicidad”. Naturalmente,
que sin dinero no podemos satisfacer nuestras necesidades. Es un medio
universal para realizar las diferentes operaciones. Algunas personas piensan que es un medio que
trae la felicidad, otros lo ven como el engaño que nos permite ampliar nuestras deudas.
El peligro del dinero no está en poseerlo,
sino que él te posea.
Dios no condena
a los ricos. El llamó a hombres con estas características para su propósito; ejemplo
de ello tenemos al hombre de fe y amigo de Dios, Abraham. El hombre acaudalado
a quien Dios le dijo que iba a multiplicar la humanidad más que las estrellas
del Cielo. Además de Abraham, el Señor ha utilizado a hombres y mujeres con recursos financieros para su obra. Ser rico no es malo siempre y cuando el corazón no sea desobediente
ante Dios.
Seguramente
usted conoce personas que se apoyan en el dinero, pero éste puede ser engañoso
al dar un falso sentido de seguridad. En las Escrituras encontramos a Pablo previniendo a Timoteo: “En cambio, los que quieren hacerse
ricos no resisten la prueba, y caen en la trampa de muchos deseos insensatos y
perjudiciales, que hunden a los hombres en la ruina y la condenación. Porque el
amor al dinero es raíz de toda clase de males; y hay quienes, por codicia, se
han desviado de la fe y han llenado de sufrimiento sus propias vidas” (1Ti
6.9-10).
En el libro de Santiago
encontramos algunas características donde el dinero puede ser una condenación (maldición):
1) El dinero que no se le da uso. Santiago
5:1, habla de los hombres que atesoran sus riquezas y la miseria que traen a
sus vidas. (castigo). 2) El dinero mal habido (sucio). Santiago 5:4
Condena a los ricos no sólo por atesorar el dinero sino también porque sus
riquezas eran corruptas, estafaban a sus
obreros en sus salarios. Pero pasan por alto que Dios los ha castigado, los castiga y
castigará; y 3) El dinero inhumano. Santiago 5:5-6 continúa diciendo: “Aquí en la
tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado,
¡y ya llega el día de la matanza! Ustedes han condenado y matado a los
inocentes sin que ellos opusieran resistencia”. El señor nos pide
que seamos pacientes y fieles. El hará la justicia divina.
Antes
de concluir, quiero cerrar con una historia verdadera. Recientemente murió un amigo, el cual vimos crecer y prosperar económicamente en un mediano plazo. A medida
que iba progresando, su actitud se convirtió en un hombre hostil, amargado y
maltratador hacia su prójimo, incluyendo a su propia familia. La última vez que compartí unas palabras con él
(+), le hice mención en que el dinero mal usado podría llevar a cualquier
persona por el camino equivocado de la felicidad. Hoy ya no está con nosotros,
solo dejó problemas. Causa de su muerte: el dinero. Paz a su alma.