¿Sabe usted cuál es uno de los lugares en donde con más facilidad se presenta
la comodidad?; en el matrimonio. El motivo es porque tenemos tanta confianza en
nuestra pareja que bajamos nuestra disciplina y disminuye la consistencia de
nuestra fe. (Demasiada confianza en sí mismo y muy poca fe). Esto nos lleva a un
estado de comodidad que terminamos conformándonos con lo que pasa a nuestro
alrededor. Para que exista un cambio beneficioso en la familia que sería
mejor: ¿Conformarnos o Transformarnos?.
Conformarse, es aquello que aceptamos externamente pero que no procede de nuestro interior. Lo opuesto de conformarse es transformarse;
esto quiere decir, que debemos darnos el permiso en que la expresión externa de
cada uno inicie desde el interior. Para ello, debemos comenzar por nuestra mente, si la renovamos
como debe ser, muchas cosas empiezan a cambiar en la vida. Sería como ir al
armario y hacer una limpieza de lo que no usamos porque nos ocupa tiempo y espacio.
Invertir en la familia es similar como aquel árbol que siembras y cuidas; a
través del tiempo te dará oxígeno, sombra y buenos frutos.
Caminar con los seres queridos a través del tiempo, es el mayor gozo que toda persona puede experimentar. Por eso Dios, el creador de cada uno de nosotros, se alegra cuando decidimos caminar como él nos manda, como Padre nos dice lo siguiente:
Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí. Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.
Juan 15:4-5 (Versión: Dios habla hoy)
Vale la pena transformarse. La familia es la base fundamental de la sociedad y; una sociedad que camina con Dios llegará lejos y siempre será bendecida.
Dios les bendice